Rehabilitación Neuro-Oclusal
Desde el nacimiento la boca es modelada físicamente por las funciones vitales (respiración, succión-deglución, masticación) que constituyen el corazón de la dinámica dental.
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​El funcionamiento adecuado de la boca a través de actos odontológicos y ejercicios adecuados (centrados en la reeducación de las funciones vitales) ofrece al paciente la capacidad de crear su propia forma oral la cual refleja su equilibrio general. Esto se realiza independientemente de la edad o de la situación de la boca.
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RESPIRAR, es un acto vital. A pesar de que las personas deban respirar naturalmente por la nariz, hay un alto porcentaje de la población que lo hace por la boca, ya sea en determinadas ocasiones durante el día o por el simple hecho de dormir con la boca abierta o roncar durante la noche. Todavía más importante son las probables consecuencias y cuadros asociados a este mal hábito:
- Disminución de la cualidad y cantidad de saliva (al despertarse o durante el día): inflamación y retracción de las encías, tendencia a tener más tártaro y/o cáries.
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- Cuadros repetitivos de problemas otorrinolaringólogos (alergias, sinusitis, rinitis, problemas de oído, amígdalas, adenoides, etc.)
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- Disturbios del sistema respiratorio: tos seca y persistente, bronquitis, asma, etc.
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- Disturbios del sueño: sueño ligero y agitado, sudor nocturno, despertar cansado, ojeras, apneas nocturnas, etc. La mala respiración nocturna afecta considerablemente el comportamiento, el rendimiento cognitivo y la energía disponible durante el día.
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- Baja oxigenación cerebral: falta de concentración/rendimiento escolar o laboral, hiperactividad o fatiga crónica, dolores de cabeza, distracción, nerviosismo, agitación, somnolencia diurna, irritabilidad y disturbios hormonales y de crecimiento. Es muy común la respiración bucal en personas con exceso de peso y metabolismos lentos.
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- Atrofia en el desenvolvimiento de los maxilares (posibilidad de apiñamiento dental) y desarmonías cráneo-faciales.
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- Adaptación postural: el cuello se inclina hacia el frente para rectificar el trayecto de las vías aéreas.
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A pesar de que a primera vista pueda parecer un acto trivial, nos parece imprescindible insistir, principalmente porque vemos como la respiración bucal es “banalizada y normalizada”. En relación al tratamiento que proponemos, rehabilitando el funcionamiento de las fosas nasales y vías aéreas, se proporciona un reequilibrio de la posición de los maxilares con enormes beneficios a nivel postural, de apnea del sueño e de roncar, resultando en una mejoría significativa de la cualidad del sueño.
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MASTICAR, una función fundamental. Los músculos involucrados en la masticación son, en verdad, una extensa cadena de músculos, cuya unión determina la postura que adopta nuestra columna vertebral. Cuando hay una mala oclusión (los dientes no encajan correctamente), se producen micro espasmos musculares que pueden provocar lesiones en esas cadenas musculares y afectar a distancia otras partes del cuerpo. El desequilibrio de los dientes está directamente relacionado con la tensión y sobrecarga mandibular dando lugar a un conjunto de síntomas como: dolor cervical, dolor en el cuello, torticolis, tensión en el trapezio y las espalda, dolor mandibular, dolor de cabeza o jaquecas, vértigo y alteración en la articulación temporomandibular (ATM).
La terapia de Equilibrio Funcional promueve el equilibrio de la ATM, la armonización de la posición de los dientes y de las proporciones del rostro, el relajamiento muscular orofacial y la mejoría significativa de los síntomas asociados al dolor.
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DEGLUTIR, la lengua es considerada el conjunto de músculos mas fuerte del cuerpo humano, con relación a su tamaño-fuerza. Su mal posicionamiento en reposo o al deglutir provoca el desequilibrio de la mordida, el desalineamiento de los dientes y, a veces, dificultades en el habla.
Los equilibradores fueron estudiados para guiar a la lengua, estimulando correctamente el spot nervioso palatino, responsable en regular numerosos procesos metabólicos, hormonales y neurológicos.
Estas funciones fisiológicas vitales imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestro sistema corporal acontecen de forma inconsciente, bajo la dependencia del sistema nervioso.
Sería lógico pensar que los problemas en estas funciones vitales, o su corrección, afecta a todos los niveles: físico, orgánico, psíquico y emocional. Las funciones neurovegetativas dependen del cerebro y están directamente relacionadas al estado de ánimo y en consecuencia, a nuestros pensamientos y nuestras emociones.
El uso de activadores bio-funcionales, según la terapia neuro-funcional, estimulará nuevas vías nerviosas periféricas, poniendo en movimiento un proceso fisiológico nuevo y funcional. Este proceso nos dará el coraje a parar por un momento, a cortar nuestro ritmo de vida muchas veces estresante y a moldar nuestro comportamiento. Así, de forma voluntaria y autónoma, se opta por interrumpir todas las actividades y seguir un ejercicio de acuerdo con un protocolo preciso.
Este abordaje es integral, consiste en una auto-terapia, un trabajo personal de disciplina y determinación que actúa en cuerpo y mente, procurando establecer un nuevo equilibrio y una mudanza estructural real.






